Nunca pensé que iba a estar en esta situación, y sin embargo lo estoy. O mejor dicho, que iba a rebajarme tanto. Atrás quedaron aquellos años en que me creía el mejor de la clase, y orgullosamente paseaba mi uniforme apretado por mi gordura por los pasillos del liceo. Sí señor, ése era yo. No tenía necesidad de ser diferente no vistiendo el uniforme, porque era distinto por el sólo hecho de vestirlo. El que siempre sabe de todo. De cualquier tema, o casi cualquier tema. Me lo dijeron hace pocos días en mi lugar de trabajo : "Loco... da asco hablar con vos. ¡sabés todo de todo!"... dijo cuando con toda naturalidad dejamos de hablar de informática para hablar de historia rusa mientras agarraba la lista y me dirigía a dar mi clase. Lo que este pobre individuo no sabía es que además de mitología griega, lo que yo más leía eran libros de historia. Juventud perdida ante los libros, sí señor. En aquellos años sólo había dos canales de televisión, y el family game no pudo hacer mella en mis hábitos de estudiante. Tampoco en mi orgullo de estudiante, tanto así que cuando me llevé mi primera materia a examen (Química, cuarto año. No por burro, sino que me aburría y molestaba, algún día contaré esa anécdota.) no pedí clemencia como otros, sino que orgullosamente llevé mi uniforme con 40 grados de calor y estoicamente soporté ese suplicio desde las 11 hasta las 18 cuando el profe no tuvo más remedio que anunciar por aquella puerta mi apellido y luego de hacer una mueca, escupir un "Aprobado, ocho". Sí, te derroté desgraciado. Pero los años pasan. Y te contagiás de ese "El que no llora no mama" tan común de los uruguayos. Y, ¡qué vueltas que da la vida! Acá estoy, escribiendo un mail al profe que da el curso en línea en el cual estoy inscripto y al que presté muy poca atención, preguntando si tengo chance de aprobar. Sí, ya sé, "matemáticamente " hay chance. Qué cosa, nunca pensé en estar de este lado del teclado. Digo, si fuera yo, en mi curso, diría, "sí loco, pero dale, ponete las pilas". Pero no creo que en mi caso se muestre tal clemencia... Así que acá estoy, conjugando el verbo...
Yo suplico
Tú suplicas
él suplica....
Viva Uruguay....
"Siglo veinte, cambalache, problemático y febril"
1 comentario:
A todos les llega la hora de perder un poco el orgullo... ¡buena suerte!
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