Uruguay da para todo...

Días pasados, cuando me daba a bien terminar de corregir exámenes, tenía una conversación con un amigo, el cual tiene una hermanita muy fanática de Heidi. Sí, ¿te acordás de la petisa salvajita que vivía en los Alpes con el abuelo? Bueno, quienes crecimos viendo este tipo de cosas (en realidad yo esperaba que pasaran Mazzinger) la recordamos con cierto cariño. Pero el caso fue que para conseguir episodios nuevos de Heidi, no recurrieron a la clásica piratería del Ares. (Dale, es piratería) sino que me dijo "Fuimos a consultar un otaku". ¿¿UN QUÉ?? Pregunté. Y con la mayor naturalidad, y extrañado por mi pregunta repite "Un otaku". Ante mi cara de "eso con qué se come" me explicó que se trata de un experto en temas de dibujitos japoneses (animé para ellos). Colmó mi extrañeza el tema. Tanto que me dispuse a indagar un poquito en el asunto. ¿Sería tan generoso mi país como para abrigar curreros de este tipo, que incluso pueden ganar plata con un vicio? Bueno, a comprobarlo. La palabra me sonó rara (Como para no, si es japonesa) y resultaría algo así como "violencia y destrucción disfrazada de ternura". Otro blogger lo definió como "Fanático que necesita con urgencia atención psiquiátrica" o "internación psiquiátrica". Curiosidad, si bien los "inteligentes" de acá usan el título para darse de "expertos", decirle otaku a un japonés es un INSULTO. El sujeto en cuestión resultó ser un dependiente de un ciber (sujeto que pasa 20 horas al día desbordando su voluminoso trasero en un taburete, navegando en internet, bajando capítulos de series japonesas cuasi desconocidas y cual Quijote de La Mancha, se le secó el cerebro y concluyó que el mundo real es de la pantalla para adentro, no de la puerta hacia afuera) que grababa este tipo de dibujitos y ....¡cobraba por ello!. Exacto, igual que de un profesional se tratara. Su aspecto era de risa, un Naruto subido de peso mezcla con metalero, aunque obviamente él lo tomaba muy en serio. Así que The Thinker dejó de pensar y tratando de dilucidar su disyuntiva, investigó un poquito.

Resulta que es una de esas tribus urbanas antisociales (bah, se asocian entre ellos) que por poco se creen que Sailor Moon existe, que se les va a aparecer la diosa Atenea para convertirlos en Caballeros del Zodíaco, y que Superman es un plagio de Goku. Requisitos para ser otaku:

1) Creerse todo lo que ves en la tele (series japonesas) y lees en comics japoneses.

2) Imprescindible hablar en japonés (no es necesario que signifique algo, simplemente hablar, es para que si te ve el común de los mortales, o sea alguien normal, diga "qué otaku, sabe japonés")

3)No tener vida social (o si la tienen, no decirles a nadie)

4)Condenar Star Trek y Star Wars (perdieron conmigo)

5)Vestirse como tu personaje de anime favorito, y que no te de vergüenza salir como él.

Y un sinfín de estupideces más que me hicieron pensar y decir al viento:

URUGUAY PAÍS GENEROSO.

PD: ¿Pagarán IRPF por las pel... perdón, animé que venden?

"Las milhojas del Ricardo".

Ayer veía en un DVD de Tabaré Cardozo un tema que evocaba una murga que el cantante integró en su niñez: Los Draculatekas, luego llamada La Sonrisa, para luego llamarse La Sonrisa del Buceo... y todo eso. Lo que en realidad me llamó la atención fue que en "su" barra había elementos que hubo en la "mía", y tal vez en la "tuya". Uno que le dicen "Pepe", el "Cacho", el "Chino", o de esos apodos uruguayísimos que no faltan en ninguna familia. Pero el personaje repetitivo es el más oscurito de piel, y que siempre damos en llamar "El Negro". Cuando nos juntamos para ir a la cancha la pregunta "¿Le avisaron al Negro?" "¿Viene el Negro?". Yo fui joven una vez (no hace mucho, supongo) y en mi barra hubo un "Negro". Y como tantas barras de amigos, también hubo de los clásicos "asados" programados que nunca llegaron a suceder. En el tema de Tabaré Cardozo, él decía "debe ser que la carne subió", con un son de sarcasmo que alude a otra característica del uruguayo: Nos olvidamos. JE, si nos habremos olvidado de cosas, y organizar un asado no es la excepción. Pero de nuestro grupo de estudio (Nada científico, nos juntábamos para estudiar. No entraré en detalles) debo destacar un personaje que llamaremos Ricardo. Ricardo es el típico cuentero. Sí, gran amigo, pero versero como él sólo sabe. Organiza un evento nacional en 5 minutos. Quienes lo conocíamos de antes ya sabíamos cómo venía la mano. El evento era para "el domingo", pero nunca se decía QUÉ o CUÁL domingo. ¿El que viene?, ¿O algún domingo del año que viene? Sólo Dios sabía, porque Ricardo tampoco. La nota la dieron las milhojas que se propuso llevar en determinada fecha. Insistió (acá debería haber ido otra palabra más descriptiva que empieza con j) con juntarnos uno de esos domingos invernales a matear con sus tan mentadas milhojas. Nuestra respuesta era el desganado "Sí, sí, cuando quieras", sin tomarlo muy en serio. Pero Mercedes, novel integrante del grupo de estudio, lo tomó muy a pecho. Tanto así que cuando pasó ese domingo, (y varios domingos más) sin que aparecieran las milhojas (ni Ricardo, por supuesto) éste susodicho pasó a poseer un lugar destacado en la lista negra de aquélla. El caso es que nunca vi enojarse tanto a alguien como a Meche cada vez que se le recuerdan "las milhojas de Ricardo." ¿Se dará algún día la "milhojeada"? Eso que se viene organizando desde mucho antes que el grupo de estudio se nos desarmara... Bué, debe ser que el dulce de leche subió.

PD: Ricardo, va con onda.

¡Qué dilema! ¿cierto?

No, no es tomado de una película "Alien". Están viendo la radiografía de Huan Cheng, joven que luego de "desmayarse" por la cantidad de alcohol bebida, fue víctima de una... ejem .... ¿broma pesada?... por parte de sus amigos (Jé! con amigos como éstos... no te hacen falta enemigos) La historia empieza cuando nuestro protagonista asiste a una sala de urgencias con un "fuerte dolor de estómago". Allí es revisado, y al darse vuelta... CAMBIÓ EL CANAL DEL TELEVISOR DEL CONSULTORIO. Sép, así como lo lees. Entonces es que sus médicos deciden hacerle la radiografía que ven allí.

Según su médico, "él se pondrá bien, el control no tanto.".

¿Adivinen cuál es el dilema?*

* Si es que alguien lee esto, claro.