miércoles, 16 de junio de 2010
¡Uruguay! ¡Uruguay!
Un sólo grito en el barrio, la ciudad, el paisito y toda la diáspora celeste. No tengo casi uñas de comérmelas todo el partido. ¡Cuánto hacía que no veía jugar así a la selección mayor!. Te confieso que después del primero gol de Forlán, enseguida pensé que nos iban a cobrar un penal en medio de la cancha. Digo, como decían los relatores, hace añares que el local sí o sí llega por lo menos a octavos de final. Esta idea se me marcó más cuando bajan a Luis Suárez en el área y no cobran el penal. Pero el segundo fue más obvio, y por más que los argentinos digan que Cavanni la toca y por eso Suárez quedaba en off-side, ¡fue penal y tá!. Gol de Forlán y a cobrar. Ahí pensé que Sudáfrica iba a hacer el de la honra pero Suárez confirmó que no jugaba para "Suárez F.C." y se la dio servida a Palito Pereira para que bien a la uruguaya, no sabiéndose si fue de rodilla, cabeza o tobillo, entre con pelota y todo. Tres a cero, un resultado que desde 1954 no obtenía la más linda, la más hermosa del mundo, la celeste del alma. La verdad dio gusto, y viendo que "afuera no hay la gran cosa", un nivel bajísimo en general, le tengo fe a la celeste. No tanto como Gorzy, que dice ahora "faltan cinco partidos para ser campeones del mundo". En fin, ¡arriba la celeste!. ¡Que pase el que sigue!.
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