No, te equivocaste. El libro de Plaza Noblía se llamaba "La Cerrazón" y estuvo buenísimo. Pero no es esa niebla la que tiene como motivo esta disyuntiva. "La niebla" es un tema de dos partes, uno en prosa y otro en verso. Trata de la niebla de la vejez, tanto la que viene por la falla de la vista y la otra, la implacable y más cerrada, del Alzheimer y la demencia senil. La verdad que últimamente Tabaré Cardozo me sorprende con sus letras, capaz de transmitir imágenes y sentimientos que llegan directo al alma. Te dejo este tema que me gustó muchísimo, me hizo acordar de mi viejo, mi abuelo ya fallecido, y comprender mejor el estado de mi abuela, actualmente afectada por Alzheimer. Capaz por eso me tocó. Capaz porque me hubiera gustado haber pasado más tiempo con ellos. Claro, capaz fui un adolescente que se creía demasiado importante para esas cosas. O capaz las luces de entrar en la vida de "grande" me encandilaron y no los aproveché como debía. En fin. Escuchala. Fijate qué te transmite. Y por ahí coincidimos que Tabaré es un grande. De Agarrate Catalina, álbum "El Viaje", año 2008. La Niebla.
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La niebla lo invade todo. Este cuarto que no eligió, este mundo que no es el suyo, estos ojos desconocidos que la miran y la buscan, y que aseguran conocerla. Acá la niebla. Más allá, también la niebla.
En sus manos viejas como piel de papel, en los ojos alejados, en los huesos de antiguo barro valiente, todavía caminante. Y en el medio de toda la niebla, ella. De espaldas a las ventanas derrumbadas de su presente baldío. De frente al abismo de su pasado, al velatorio continuo de sus memorias desvencijadas, famélicas, suicidas. A veces un sorbo de sol tibio la separa de la niebla y una lucidez con vida de mariposa de dos segundos desesperada y heroica, consigue traer a sus padres, juntar nombres con rostros, revivir un domingo hecho del tiempo en el que su amor está siempre vivo, en el que siempre hay baile y en donde siempre hay risa, y en donde siempre es feliz como era. Un instante más y la mariposa caerá aplastada bajo el plomo implacable de una niebla invencible. Beso su mejilla, ya incalculablemente distante. Me pregunta quien soy. La niebla, otra vez, lo invade todo.
Solita en un rincón,
de un tiempo que murió,
hace algún tiempo atrás,
sin horas ni reloj.
Ausente en ese vals
de cínico compás,
bailando en un montón
de niebla y soledad.
Y yo no sé,
no sé como llegar,
y solo sé,
tan solo sé cantar
y agradecer
que puedo recordar
tus caricias,
piel de sol y terciopelo.
Perdida entre tu piel
se rie tu niñez,
se rie y vos te vas;
te abrazo donde estés.
Y yo no sé,
no sé como llegar,
y solo sé,
tan solo sé cantar
y agradecer
que pude disfrutar
de tus mimos de budín
y caramelo.
En sus manos viejas como piel de papel, en los ojos alejados, en los huesos de antiguo barro valiente, todavía caminante. Y en el medio de toda la niebla, ella. De espaldas a las ventanas derrumbadas de su presente baldío. De frente al abismo de su pasado, al velatorio continuo de sus memorias desvencijadas, famélicas, suicidas. A veces un sorbo de sol tibio la separa de la niebla y una lucidez con vida de mariposa de dos segundos desesperada y heroica, consigue traer a sus padres, juntar nombres con rostros, revivir un domingo hecho del tiempo en el que su amor está siempre vivo, en el que siempre hay baile y en donde siempre hay risa, y en donde siempre es feliz como era. Un instante más y la mariposa caerá aplastada bajo el plomo implacable de una niebla invencible. Beso su mejilla, ya incalculablemente distante. Me pregunta quien soy. La niebla, otra vez, lo invade todo.
Solita en un rincón,
de un tiempo que murió,
hace algún tiempo atrás,
sin horas ni reloj.
Ausente en ese vals
de cínico compás,
bailando en un montón
de niebla y soledad.
Y yo no sé,
no sé como llegar,
y solo sé,
tan solo sé cantar
y agradecer
que puedo recordar
tus caricias,
piel de sol y terciopelo.
Perdida entre tu piel
se rie tu niñez,
se rie y vos te vas;
te abrazo donde estés.
Y yo no sé,
no sé como llegar,
y solo sé,
tan solo sé cantar
y agradecer
que pude disfrutar
de tus mimos de budín
y caramelo.
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5 comentarios:
la letra te llega a lo más profundo del alma. ni que hablar de Freddy "el Zurdo" Bessio. Tabaré es un poeta. lloré como una magdalena escuchando y acordándome de mis abuelos. Gracias! mil gracias!
Quisiera saber si laletra esdeYamandu o Tabare?
Hola!! La escribió Yamandú.
Si, la hizo Yamandu, es dura la enfermedad, queda el consuelo, q casi nunca se dan cuenta, lo q les pasa, el sufrimiento, pasa más x la familia.
Tabaré sigue siendo un fenómeno.
Pero en este caso, no hay duda de la autoría:
https://www.youtube.com/watch?v=hifA6jovNo4
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