En un mundo donde se pasa adorando figuras creadas para televisión, donde se le da más importancia al tatuaje nuevo que se hizo una pelotuda hija de papá, o a la vida ostentosa que se da una tipa que lo único que hizo en su vida fue mostrarse desnuda en televisión, o a través de las redes sociales, se suele olvidar a quienes dedicaron su vida para hacerlo mejor.
Un caso notorio es el de John Nash. Fue un matemático, ganador del premio Nobel. ¿No sabés quién es? ¿Viste "Una mente brillante"? Aaaah ahora sí. Bueno, la película está basada en su biografía, más allá de una que otra libertad que se hayan tomado con el fin de hacer la peli.
John Forbes Nash nació el 13 de junio de 1928 en Virginia Occidental, Estados Unidos. Se dedicó a estudiar matemáticas, y se especializó en teoría de juegos y procesos de negociación.
Inventó un juego «matemáticamente perfecto» (en el cual se basó posteriormente Hex) y en 1949 escribió un artículo titulado Puntos de equilibrio en juegos de n-personas,8 en el que definía el equilibrio de Nash. Con 21 años se doctoró con una tesis de menos de treinta páginas sobre juegos no cooperativos, bajo la dirección de Albert W. Tucker. Consiguió inmediatamente reconocimiento entre el resto de los especialistas y poco después comenzó a trabajar para la RAND, una institución de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos dedicada a la investigación estratégica.
Sin embargo, como a todos los genios, su vida se vio ensombrecida bajo la forma de una enfermedad mental: la esquizofrenia paranoide. Creía que todos los hombres de corbata roja eran parte de una conspiración comunista para atacarle. Las alucinaciones lo acosaban de tal forma que estuvo en varias ocasiones recluido en un psiquiátrico.
Sin embargo, viendo que los fármacos lo afectaban de mala manera sin ayudarlo, o si bien las alucinaciones se iban, otra fasceta de su vida se veía afectada, decidió dejar los fármacos y solucionar por sí mismo el problema, ignorando las alucinaciones por completo.
En 1994 recibe el Premio Nobel en reconocimiento a su labor.
El 23 de mayo del pasado año de 2015 murió en un accidente de tránsito junto a su esposa Alicia.
Al menos en esta región del mundo, no se le dio mayor trascendencia. Siguieron publicando artículos de las "wandas naras", los "tinellis" y cuanto parásito desculturizante viven de ese podrido submundo.
Así que desde acá me toca homenajear y decir adiós a una mente brillante que afectó mi carrera, y cuyo trabajo tengo el privilegio de perpetuar al enseñárselo a mis alumnos, junto con su vida y resolución a no darse por vencido.
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