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jueves, 1 de agosto de 2013

La de "Diario de una Idiotez." Y encima el café quedó hirviendo y muy aguado.

Nota del autor:  Esta disyuntiva empezó a escribirse (sola, ¿viste?) hace más de un mes. Antes que se rompiera el teclado de la notebook por motivos y razones que se detallarán en ella. Aclaro que lo que escribí hasta la rotura del teclado se quedó así, sin editar. Lo ininteligible es porque o estaba rabiando, o el teclado estaba por morir.


Dicen que una señal de que vas a tener un mal día es abrir los ojos y lo primero que ves es asfalto. Mentira. Un día malo puede empezar tranquilamente en la cama, mientras estás acostado. Bueno, ¿cómo más podés estar en una cama?... Tá, no contestes. Puede empezar con la cumbia del vago de tu vecino a toda boca, un martes a la mañana. ¡Sí, un martes a la mañana! y cuando mirás la hora, te das cuenta que falta una hora para que suene tu despertador. ¿Qué diantres? No tengo más remedio: Me levanto. Voy a darme un baño para enterarme que hasta hace cinco minutos no había luz. Sí, un corte de luz. El agua del termofón se enfrió.  Y te aclaro, acá está terminando el otoño, y a 5º no es muy lindo darse un baño de agua fría. Me baño de todas formas. Brrrr! ¡La pucha, que hace frío! Me voy a hacer un café. Instantáneo, por supuesto. No tengo ganas de hacerlo en la cafetera. Pongo el agua a calentar. ¡Cómo odio el reggaetton o como se  escriba! No puedo creer las letras. Me parecen ordinarias. ¡4444555678899000'4...

Continúa...

Preparo el super capuchino instantáneo que me vendieron. Una caja entera. Digo, para hacer las macanas mejor hacerlas en grande. Son un asco. O yo no sé prepararlos. Pero la dependienta del supermercado tiene ojos lindos y me hizo un pestañeo rapidito con cara de angelito cuando me ofreció la caja entera, y yo que tengo un cartel enorme en la frente que dice "No sé decir que no" dije... "bueno lo llevo, total, café tomo siempre". Me siento frente a la laptop. Sigue la música "Chucundún chucundún"... ¿por qué carajo todas tendrán el mismo ritmo? Todas iguales, varían las barbaridades que dicen. Ahora vas a ver. Encima que pongo Buitres a toda jeta... ¡te escracho en una Disyuntiva! ¡por plancha mugriento! ¡ya vas a ver! ¡afrodescendiente de heces!. Empiezo a escribirla. Pucha que el café es un asco. Aguado. Se me fue la mano con el agua. Y caliente. Pucha que está caliente. Tengo un mouse inalámbrico, no soporto el touchpad. El vaso con el capuchino está a mi derecha. Entre mi brazo y el mouse. Je je, no, no lo voy a volcar. No soy tan gil. Por eso paso el brazo por encima del vaso y llego al ratón. Qué crá que soy. Ahora a la vuelta, lo que tiene que coronar un día negro. Veo todo el hecho en cámara lenta mientras oigo de fondo el "bolero de Radel" (o como se escriba). Mi brazo toca la punta del vaso. El vaso pierde el equilibrio.  Mi brazo sigue su curso. Mis ojos se agrandan. Mi boca se abre y profiere un "noooooooooooo". El vaso cae. Su contenido se desparrama sobre la mesa, mi pantalón, (¡pucha que estaba caliente!) y .... el teclado de la notebook. Con la celeridad que me caracteriza (jaaaaaaaa ja ja ja, ni yo me la creo) levanto el vaso y limpio como puedo la compu. Quedó como cuarto vaso de café. El teclado inutilizado. Pude salvar la notebook. Pero no el teclado. No. Pasaron cuatro laaaargas semanas para que llegue el nuevo. Ni siquiera pude disfrutar el café. Quedó hirviendo, muy caliente, y muy aguado. Ta, basta por hoy.

PD: La imagen es sólo descriptiva. No es ni mi laptop, ni mi café.

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