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jueves, 28 de julio de 2016

La de "Cuentos que no son cuentos" Parte II

Esta es el resultado de escuchar música folclórica. Costumbre maldita, impuesta por unos padres que los sábados por la mañana, mientras estudiaba (pregunta ¿qué hacían en  casa AMBOS padres un sábado por la mañana? otro tema) irrumpían en la privacidad de mi cuarto/estudio para obligarme a cambiar la música. Cierto, yo molestaba a medio mundo, pero lo siguieron haciendo aún cuando escuchaba música con auriculares. Tenían la maldita costumbre de entrar sin golpear y quedarse ahí mirando como fantasmas hasta que me percataba de su presencia. "¿Qué escuchás?" "No no, los sábados de mañana es más lindo escuchar folclore."  ¿Resultado? Odié la música folclórica, odié los programas de radio que pasaban los mismo chistes de Luis Landriscina una y otra vez (¿Alguien alguna vez  se animará a decirle que no tienen gracia? Ninguna gracia!!!) hasta que me casé. Pero algunos temas en particular me los bancaba, sobre todo aquellos que solíamos cantar en barra cuando salíamos de campamento, o cuando nos juntábamos los fines de semana en casa de algún amigo. Uno de esos temas es precisamente, "La niña de Guatemala", por Los Olimareños. Hace poco escuchaba ese tema en youtube, cuando se me ocurrió mirar los comentarios. Y cuál fue mi sorpresa ver que la historia fue real... y el protagonista no fue otro que el mismo José Martí.


La protagonista se llamaba María García Granados y era hija de un general. Cuenta la historia que Martí viajó a Guatemala y María fue una de sus alumnas. María se enamoró perdidamente del poeta, pero el mismo le aclaró que no podía corresponder a su amor por estar prometido con otra mujer. Martí deja Guatemala, para regresar, ya casado, tiempo después. No tiene contacto con María en principio, quien le envía la siguiente nota:

"Hace seis días que llegaste a Guatemala, y no has venido a verme. ¿Por qué eludes tu visita? Yo no tengo resentimiento contigo, porque tú siempre me hablaste  con sinceridad respecto a tu situación moral de compromiso de matrimonio con la señorita Zayas Bazán. Te suplico que vengas pronto.

Tu Niña.
Cuenta la historia que María fue a nadar con una prima, haciendo caso omiso a un problema pulmonar que tenía. Su enfermedad se agravó, muriendo de neumonía poco después.  Fue enterrada en el Cementerio General de Ciudad de Guatemala. Su mausoleo es uno de los más visitados aún hoy.



José Martí la inmortalizó en su poema "La niña de Guatemala", y varios artistas, incluidos Los Olimareños, le dieron música.




Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...

Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.


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