Se terminó. Y esta vez. No quiero más mentiras... bueno, corto acá porque no canto nada lindo. Aunque podría seguir para torturarte. Porque no das el brazo a torcer. Te dije que no estabas poniendo nada de tu parte y no me hiciste caso. Te confesé, en privado y en público, que estaba manteniendo una relación con un tercero, y no te importó. Luego te pedí el divorcio. Sí, yo, acá parado (en realidad estoy sentado, pero de pie en mis "convicciones") estoy diciéndote de nuevo, Google, que quiero el divorcio. Es cierto, ya te lo dije. ¿Y cómo respondés? "Sí, te lo doy, a condición de...". Lo estás poniendo difícil, Google. El maldito formulario que querés que llene con cosas que ni en sueños recuerdo, es tonto. Es más fácil pegarle a un acertijo del Dr. Etchandy (Del tipo de "de qué color eran las medias del aguatero suplente en el Saroldi cuando River empató tres a tres con Bella Vista el 13 de abril de 1952") que a tus preguntas. ¿Cómo querés que me acuerde "cuántas impresiones se hicieron el primer" CONDENADO "día" en que me inscribí a Adsense?. ¡Fue hace años! ¡Apenas me acuerdo de lo que comí ayer! (creo que fueron... ¿viste? ya me olvidé!). Ah, no Google, no, esto no queda acá. Tengo un agridulce trabajo por delante, y es borrar tu código de cuanta página hice y administro. Y conste que no lo hago por los miserables 20 dólares que me debés y obviamente no querés pagar, no, esto no es por plata. Es por dignidad, es por honor, es por la afrenta de pedirte el divorcio y decirme NO. Ah, no Google, esto ahora es ciber personal. Y te lo repito... ¡quiero el ciber divorcio!
PD: ¿Y encima tenés la osadía de mandarme un mail diciéndome que soy "importante para vos como editor" y querés saber cómo me atendió tu personal? AARRRRRGGHH!!!!
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