La de "Cosas que nunca te dije..."

Hoy me levanté con ganas de escribirlo. Tal vez sea que ya estoy más cerca de los cuarenta que de los treinta. Tal vez sea que la primera mañana fría de este año me afectó más de la cuenta. Tal vez sea otra cosa. Tal vez sea sencillamente lo que es. Sos todo lo que esperaba y más. Sos la razón por la que vivo. Sos la razón que me mantiene en pie. La razón por la que me levanto, la razón por la que sueño, la razón por la que vale la pena pelear día a día con este sistema inmundo. La razón que me hace ver un futuro. Sos la razón que me inspira, que me levanta en los momentos bajos.  La que me hace querer superarme, querer ser mejor día a día, pero no para yo sentirme mejor, sino para merecerte, porque siento que no te merezco. Quiero ser mejor por y para vos. Quiero que seas feliz a mi lado, porque si te veo feliz, yo soy feliz junto a vos. El dónde, el cuándo y el cómo... bueno, lo iremos dilucidando en el trayecto. No es tarde. Sos la razón de mis risas, y el motivo de mil de mis lágrimas. Con vos no me siento extraño, no me siento rechazado, no me siento solo. Siento que con decirte muy poco podés comprender todo lo que me pasa, y por eso te adoro. Me es imposible mentirte, no sólo porque no quiero lastimarte, sino porque te das cuenta cada vez que intento hacerlo y sé que fingirías creerme sólo para seguirme el juego. Siento que podés mirar en el fondo de mi alma, me siento expuesto. Siento que no tengo nada que ocultarte. Y tampoco quiero hacerlo. Confío plenamente en vos. Sé que puedo poner mi vida en tus manos, porque a pesar de cualquier cosa que pase, sé que vas a estar ahí. Y me haría muy muy feliz si sintieras lo mismo, que yo dejaría cualquier cosa por estar a tu lado. Siento que a tu lado, con vos a mi lado, puedo lograr lo que sea. Tocar el cielo con las manos. Siento que podríamos lograr lo que quisiéramos, porque me siento apoyado. Sólo le pido a Dios el medio de poder mostrártelo y que lo puedas entender. Estás dentro de mí. Sos la primer persona en quien pienso cada mañana al despertarme, y la última en quien pienso antes de dormir. Muy a menudo me acompañas en mis sueños. Ya sos parte de mí, y me gustaría mucho ser parte de vos también. Sencillamente, gracias por inspirarme, gracias por mostrarme quién soy, y qué puedo lograr con proponérmelo.