Podría llamársele así a esas etapas. Bah, etapas, no pasan nunca, así que etapas no son. Esas decisiones que tomás y luego no hay forma de eludir las consecuencias. Aunque te parezcan injustas. Como decía el tema de Aerosmith, "el castigo a veces no está a la medida del crimen", sino que es mucho más duro, y si se quiere, hasta inmerecido. Hay decisiones que tomás, cosas que hacés, que no son un crimen. Querer ser feliz no es un crimen. La forma... bueno, a veces sí lo es. El tema es que si la forma tampoco es un crimen, no debería haber un castigo después. Bué, demasiadas reflexiones para una madrugada de domingo. A veces no es tan fácil la solución. Mirándolo desde afuera podés pènsar "hacé lo que quieras y listo", pero cuando el precio de tu decisión es demasiado alto, lo que perdés es demasiado precioso, no se trata de miedo, sino de cautela el no actuar. En fin, dicen que el universo siempre salda sus deudas. Sólo queda continuar la espera y este pacto para vivir.
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