Empezar desde cero otra vez. Siempre había oído al respecto. Pero nunca lo había vivido. No de esta manera. Ver cómo una tormenta azotó tu vida en todo aspecto, no falló a nada. Me dio un golpe completo. Knock out. Hoy abro los ojos y siento la brisa fría figurativa que dejó. El olor es inconfundible, también el tacto bajo mi mejilla: estoy en el piso, en la tierra. Ahí veo mi mano. Intento mover los dedos uno a uno, hasta que puedo cerrar el puño completo. Luego de comprobar que podía sentir mis piernas, intento levantarme. Por un momento, me quedo sentado en el suelo mirando todo alrededor. Los destrozos de un gran viento, granizo, y quién sabe qué más ocurrió. El dolor es inconfundible: pecho, dificultad de respirar = angustia y de la común. La confusión es única. Jamás la había sentido. Obviamente todo esto es figurativo. Está pasando en este momento en mi cabeza. Sí, jodete, estás leyendo mi blog y acá cuento lo que aflora de mi mente. De mis experiencias diarias. En fin, continuando. Lo primero, ver si estoy roto. Vaya que sí. Pero no físicamente. Puedo ver alrededor todo lo que fue mi mundo hecho pedazos. En ruinas. Un cielo tormentoso y el viento continúa. Ya no con la misma violencia. ¿Cómo pudo pasar? Siempre estuve en guardia contra cosas así. Siempre fui una persona más bien cerrada. ¿Cómo pude bajar tanto la guardia y dejar que destruyera todo, en mi interior y por lo tanto a mi alrededor? ¿Cómo pude ignorar esa voz que jamás se equivocó al advertirme? ¿Cómo?
Alguien se acercó. Es un rostro familiar, muy querido. Le hice un daño tremendo hace poco, y sin embargo, ahí está. "¿Estás bien?" Me pregunta. Me ayuda a quitarme los escombros de mi alrededor. Es riesgoso acercarse y sin embargo lo hizo. Me ayuda a ponerme de pie. Yo aún estoy en shock.
"Mirame, mirame bien" dice mientras trata de que enfoque mis ojos en los suyos. "Todo va a estar bien, ¿sí? todo va a estar bien."
"¿Cómo?" pregunto. Mi confusión es completa.
"Vas a superar esto. Mejor dicho, lo vamos a superar. Juntos. Yo te voy a ayudar a superarlo."
Sus palabras me dejan anonadado. Hubiera jurado que lo que me restaba era que cayeran los restos de los escombros sobre mí mientras intentaba levantarme. Y que eso sería todo. Cuentan, y siempre lo creí, que Dios en persona envía a quien necesitamos en el momento justo. ¿Pero ahora?
"No entiendo. ¿Después de todo lo que hice y dije, aún así me vas a ayudar?"
Se sonríe. "Sí. Vos hiciste lo mismo por mí. Aunque sea dejame levantarte."
"Soy una muy mala apuesta en este momento." Le contesto con la mayor sinceridad.
"Yo confío en vos. Sé que podés y vas a salir adelante."
No puedo menos que decir "Gracias" y tenderle un abrazo.
"Nosotros también confiamos en vos." oigo una voz de más allá del polvo y la niebla. "Te estamos esperando. Siempre tenés un lugar con nosotros."
Ánimo. En el momento menos esperado. En la hora más oscura, llegó un rayito de sol. En el momento en que necesitás saber que le interesás a alguien todavía, ahí recibí mi respuesta.
Es hora de reconstruir, de reparar. Y gracias a Dios, sé que a pesar de lo que parezca, no estoy solo.
3 comentarios:
Me aleeeegro taaanto Fer. Nos tenía re preocupados que estuvieras tan solo. Es cierto, Dios nos manda un ángel aparte del ángel de la guarda que tenemos. Que este momento de tu vida sea solo constructivo y edificante. Apegate a tu familia, a tus amigos de tanto tiempo que seguro no te van a dejar. Y en cuanto a lo demás, dejá que el tiempo pase. Esas heridas se curan solas con el paso del tiempo.
Y no te iba a decir nada, Gaby por Gabriela, pero no soy "pipina reencarnada". No sé quién sos, no te conozco. La referencia que tengo de vos es lo poquito que Fernando ha contado: te quiere muchísimo y siempre habló muy bien de vos. Yo por lo pronto sé muy poquito de vos. Mi punto es que tengo un amigo que está pasando un mal momento y con mi esposo y quien esté cerca lo estamos apoyando. No quiero más enemigos ni gente enojada conmigo.
Fer, de nuevo con vos: "Ánimo, también confiamos en vos".
Confusa la alegoría. ¿Cómo fue en realidad?
¿Confusa? Bueno. Para rematar 8 meses de "mala suerte" digámoslo así para hacerlo entendible, me enfermé. Después de estar días semi inconsciente, me despierto y tengo a mi lado a alguien cuidándome. Sé que es maniática de arreglarse, el pelo sobre todo, pero lo tenía hecho cualquier cosa y graso. Tenía signos de haber estado 3 días por lo menos ahí. A juzgar por mi barba habían pasado un par de días. Estuvo ahí en mi peor momento, ¿entendés? Cuando ni siquiera había recibido un SMS de nadie más. Ella estuvo y yo no la había llamado siquiera. Y mirá que no estoy acostumbrado a que la gente haga cosas por mí. Lo demás ya está contado.
Dani: Diálogos por acá no. Lástima que no usás Facebook. Pasale tu email y sigan la charla por ahí. Por favor. ¿sí?
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