No me decidía a nada cuando me di cuenta de qué pasaba en realidad. Francamente, no te entiendo. Tuviste la misma crianza que yo, la misma educación que yo. Aprendiste los mismos valores que yo. Lo que es más, los aprendimos juntos. Vivimos juntos una adolescencia que nos dejó más de un recuerdo hermoso y nos fascina revivirlo. Luego, como todo pasa, la vida nos separa. Pero aún nos unía ese vínculo de hermandad que a pesar de tiempos y distancias no conoce de silencios ni olvidos. Ese vínculo que hace que cada vez que nos vemos, después de tantos meses o incluso años, nuestro sentir nos funde en un sólo abrazo con todo el cariño del mundo. ¿Por qué esta decisión? No tenés argumentos, y lo sabés. Si lo decidiste por vos misma, si lo que quisiste decir fue "ya no quiero ser una de ustedes", perfecto, con todo el dolor del mundo lo voy a aceptar y respetar. Porque como te lo dije, "la puerta sigue abierta, tanto para quien viene como para quien quiere irse" y "nadie está obligado a quedarse". Pero ¿irte y golpear de esta manera a tus ex compañeros, amigos, hermanos como éramos nosotros? ¿Como lo era yo?. ¿Por qué juzgarlos de esa manera? ¿Quién te eligió juez? ¿Cuáles son tus credenciales, tu actuar perfecto? ¿Dónde está tu derecho moral para juzgarnos así? Y como te lo pude decir en su momento: No es que seamos todos "unos hipócritas" como vos lo decís, y enumeraste una serie de cositas más. Vos estás proyectando en nosotros TU forma de actuar. Te lo dije bien claro: Querer ser mejores personas, creer en un Dios y tratar de servirle no nos toca con una varita mágica y nos hace santos. Seguimos siendo personas. Gente común. Con errores y aciertos, unos más que otros. ¿Qué esperás de la gente? La gente de por sí es imperfecta. Es hipócrita, tiene valores torcidos. Y a veces, muchas veces, no comprende qué están aprendiendo o dónde están. ¿Vos acaso lo entendiste? ¿Entendiste alguna vez que Dios espera algo de VOS, que cada uno rinde cuenta de sí mismo a Dios, y que debe esmerarse por ser mejor "no en comparación con otra persona"? Te burlaste de varias de nuestras creencias. ¿Conocés algo mejor acaso? ¿Dónde más encontrás "dichos de vida eterna"? Y creo haberte dado argumento sólido para defenderla. Te metiste a discutir con el amigo más pragmático que tenés. La fe no es ciega, es "expectativa segura, demostración evidente". Dijiste que muchos llevan una doble vida. Es cierto. Lo hacen. ¿Y vos no lo hiciste acaso? ¿Todo este tiempo? Y te cuento algo, lo hacen, hasta que como vos, deciden irse. Porque demuestran que no quieren ser como nosotros. Porque les tira más un sistema asqueroso que gracias a Dios se hunde. Sí se hunde, y no necesita intervención divina para eso. Vos lo sabés. Simplemente te rodeaste de personas que con la mente torcida envenenaron la tuya. Nunca te diste cuenta, pero sos un ser muy manipulable. Cambiante. No tenés idea de qué es lo que querés siquiera. Lamento que tu esposo comparta tu forma de pensar. No puedo decirle nada a él, sabés que nunca le caí bien y no me soporta. Celos, no sé. ¿Tu mejor amiga? Tendría mucho para decir de ella, pero si no reconocés el tipo de persona que es siquiera en su forma de mirar, yo no puedo hacer nada. Dijiste que acá le lavan el cerebro a la gente. ¿Quién tiene el cerebro lavado? ¿Yo? ¿O vos que elegís que te manipule un sistema podrido, corrupto, que sabés que no va a durar?. Querida Laura, no conocés la existencia de este blog, así que sé que no vas a leer esta carta. De hecho ya te dije todo esto en tu visita. No tuviste argumentos para rebatir. Y no es como dijiste vos que "tengo una forma de imponer mi forma de pensar". No es mi forma de pensar. Es la realidad, querida. Deja de proyectar tus hechos, tus errores en quienes fueron tus hermanos, porque sabés bien que no todos somos así. Si buscás imperfecciones, las vas a encontrar. Si buscás pecados, como los que cometiste vos, obvio que los vas a encontrar. El punto no es ese, sino ¿qué estás haciendo vos para que Dios te considere mejor persona? Y si aún la respuesta es un "me voy, por MI decisión."... entonces lamentablemente adiós. Siempre, siempre recordaré el tiempo en que eras mi hermana y no mi enemiga. Espero que nuestra charla no quede en el olvido. Espero que veas quién es realmente el manipulador. Querida, aprendí por las malas que no todo quien dice ser tu amigo lo es de verdad. Que no todo quien te aconseja lo hace en tu beneficio, sino en el suyo. Aunque no ganen nada, a veces simplemente quieren que seas igual a ellos. Igualar para abajo. Lo aprendí por las malas. No hay necesidad... Más que un deseo, es un ruego. Hasta la vista.
PD; Quiero creer que dejaste de hablarme por esto, y que no era simplemente para retomar el contacto con mi hermana. Feo lo tuyo si me usaste así. Feo.
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