Escuché por ahí que para empezar a escribir algo, tenés que saber primero el tema, el título. Si estás leyendo esto, te habrás dado cuenta que este blog es cualquier cosa. No sigo una temática más que las cosas que veo que pasan... y me pasan. A veces paso tiempo sin escribir nada porque simplemente no pasa fuera de lo común, o nada que valga la pena contar. O al menos que yo considero que no valen la pena contar. Bueno, demasiada reflexión para esta hora de la mañana. Naaa, no mires la hora de publicación del post, suelo escribirlos y postearlos después. A veces muuucho después. La disyuntiva de hoy es sobre esa gente que cree que las relaciones personales son desechables. ¿Cómo? ¿Por qué? Bien, trabajo en IT. Área ingrata de esta empresa si las hay. Porque nadie se acuerda de vos, salvo cuando algo falla. Sobre todo si "no anda Internet". Sí, así. Porque para ellos "Internet" es un aparato que tengo escondido y falla. O si alguna de sus laptops o tablets personales falla, parece que asumen que es mi responsabilidad mantenerlas en funcionamiento... gratis. Pará un poquito. Hay una diferencia muuuuy grande entre hacer un favor, porque no me cuesta nada.. a una obligación. E incluso, si lo hacés por obligación, el mero hecho de saber quién es la otra persona, amerita que cuando lo veas por ahí le dediques una mirada amigable de 0.3 segundos y tal vez un "Hola!". Pero eso de "usarte" y después ignorarte olímpicamente... me parece que no anda. No, no va. O cuando las alumnas de determinado curso no pueden hacer funcionar un conocido y popular programa para aprender mecanografía, y recurren a vos porque vos "tenés que hacerlo andar". Pará. Negociemos. ¿"Tengo que hacerlo andar"? ¿TENGO? ¿Por qué "tengo" que hacerlo andar? ¿Y si no quiero? Esa no es una computadora de la empresa.¿Qué me importa a mí si no te anda tal o cual cosa? Es TU computadora, no mía. Ni ninguna de las que están a mi cargo. ¿Entonces cuando se te infecte o le rompas algo, me la vas a tirar a mí también? Bueno, supongamos que ese día estoy de buen humor y soluciono el "problema". ¿Cuesta tanto decir "gracias"? No quiero que seamos amigos de ahí en adelante, pero ¿tanto cuesta saludar?. Tal vez es mi cara. Porque me pasa también a nivel de amistades. Sí, tengo que estar para escuchar a cada uno que conozco que se peleó con la novia, o que el novio hizo tal cosa, o bla bla bla blá. Pero pasa que cuando soy yo el que necesita hablar con alguien... toooodo el mundo está ocupado. O si visito a alguien, pasan dos minutos antes de que, sin dejar de hablar de lo que a ELLOS les interesa, me toman del brazo mientras empiezan a caminar hacia la puerta. ¿Por qué? ¿Por qué no vacilan en buscarme cuando me precisan... y cuando la "urgencia" termina, paso de ser un amigo necesario a una compañía indeseable? Francamente, es algo que me está taladrando en la cabeza últimamente. Es feo. No se lo deseo a nadie. En fin... ¿sabés qué? HAKUNA MATATA.
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